DIA 14. Nara-Izumi

Por si os interesa, las instrucciones para bañarse en un baño japonés:

El día anterior no pude entrar en los dos sitios que vine a ver a nara por ser ya tarde. Así que me fui a ver primero el Buda de Nara, por ser el edificio de madera más grande del mundo. Y como yo tiro por las estructuras en arquitectura, me viene muy bien.

Dentro del templo una de las columnas tiene un boquete “del tamaño de la nariz de buda”. Lo que nos lleva a que si consigues pasar a través de él, te has ganado la salvación eterna o algo por el estilo. El caso es que es muy divertido ver cómo los niños pasan como si nada y los mayores no pueden.



En el parque de Nara hay cientos de ciervos. Se supone que son mensajeros de los dioses en la tradición antigua. Así que paseas como si nada entre ellos.

A continuación me dirigí al Nara Centennial Hall:

Y con esto dejé Nara para irme hacia el suroeste, donde comenzaré a ver (y es mucha, que lo sepáis), edificios del arquitecto Tadao Ando.

Primero me dirigí al “Chikatsu Asuka Historical Museum”. Menuda cuesta me comí para llegar al sitio para después dejar la bici un tanto lejos de la entrada del museo. Que sepáis que en Japón dejo la bici donde me da la gana y nunca me han robado nada.

Lo que se muestra en el museo a mí me da igual: yo vengo a ver la arquitectura. Pero Tadao Ando hace los museos muy enfocados al tema del museo, así que algo debo ver. La sala principal tiene una forma peculiar: la tumba de un emperador. Y de eso va el museo: de tumbas de emperadores. Dentro de unos días pasaré por una (pero eso no lo sabía aún dentro del museo). Las tumbas de los emperadores son tremendamente grandes, ya os las enseñaré.

Con esto me fui al siguiente museo, no sin antes encontrarme esto que se ve a decenas de kilómetros. Akikosan y Rafael me dijeron algo sobre qué era: una especie de monumento de una secta.

Después encontré el siguiente museo al que iba, pero estaba cerrado así que me fui a buscar un camping y volver al día siguiente.

Lo malo es que el camping estaba en la quinta puñeta. Se me hizo de noche y cuando llegué no me dejaron acampar. Dijeron “es que necesitas reserva”. ¡Tenían miles de hectáreas vacias y no me dejaban!.$%&@ burocracia. Después de una hora encontré un parque, con sus baños e incluso una manguera que pude usar gracias a las herramientas que llevaba para abrir la llave.

PD: Durante el camino, a parte de los numerosos “Ganbate!” de la gente, una chica me dio con el coche en marcha cual ciclista profesional, una botella de limonada helada. J


RUTA:

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1 Comentarios・コメント・COMMENTS:

Xanday 21 de agosto de 2011, 22:40  

Por favor recordar-se ^^

Tenía que haber entrado por la nariz en 2007, ahora seguro que no puedo ya :P

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